Pataletas!
Hol@ a todos!
Bueno aquí estoy, son las 02:00 a.m. Y estoy desvelada, muchos se preguntarán ¿qué preocupaciones atormentan a Gemita?, en realidad ninguna, pero mi hijo ha tenido tan mal dormir hoy, que no ha parado de patearme desde que se quedó dormido, dando vuelta en la cama como un torbellino... y al parecer cuando estoy en problemas es cuando más se potencia mi creatividad... así que aquí estoy! Full escribiendo sobre los desafíos de la paternalidad y por cierto, mañana tengo que trabajar, pero eso veré como lo soluciono cuando sea un problema , o sea, a las 7:00 a.m. Aprox.
¿Que me dicen de las pataletas? Todo un tema.... cada uno puede tener su propia definición, incluso afirmar que son normales y necesarias, pero para nosotros como papas son un cacho... hay que decirlo... no porque no sepamos siempre cómo abordarlo, sino porque en sí mismo son un proceso desgastante y emocionalmente exigente, entonces me llego la luz divina y me dí cuenta que a medida que vamos envejeciendo, algunos de nosotros nos vamos rigidizando... nuestros procesos de adaptación se vuelven más lentos y por ende, es más difícil operar desde la lógica de lo inesperado y claramente una pataleta lo es!!... la gran ventaja de nuestros hijos en ese caso es que ellos tienen un potencial de adaptación enorme e ilimitado, en un minuto están llorando y al otro riendo, pueden darte encima un plato de comida y al segundo decir que te aman... awww... (hecho real, no mío, pero real)... al fin y al cabo son una máquina de adaptación, mientras que uno se queda emocionalmente pegado haciendo que esa pataleta, haya durando unos segundos, minutos u horas, sea un momento AGOTADORRRR!! Si con mayúscula AGOTADORRR!!!

yo siempre supe que esta foto de una pataleta me serviría algún día... esto fue el 31 de diciembre del 2017...
Adicionalmente a todo lo anterior... existe un desafío mayor... abordar una pataleta en un lugar público (supermercado, mall, parque, etc. ), donde las miradas cuestionadoras de todos los padres in-adaptablementes "perfectos" no se hacen esperar... incluso las personas que no tiene hij@s se dan el tiempo de reprochar y enjuiciar el gran espectáculo... y te dicen con sus expresiones: "mmm lo estás haciendo mal"... "¿cómo no va a saber qué hacer con su hijo"... y uno observa uno que otro celular que te pudiera "paranoicamente" estar grabando para ser denunciado en la web "MADRE/ PADRE QUE NO SABE CÓMO ABORDAR A SU HIJ@ EN EL PARQUE/ MALL/ SÚPER"... hay momentos en que uno entra en un estado de psicosis y paranoia, porque hay que decirlo señoras y señores uno a veces ni siquiera sabe cómo abordar a su hijo(a)... Incluso es más, no se si a ustedes les ha pasado alguna vez, aunque espero que si, pero mi hijo dio por superada su pataleta esta en otra onda completa y absolutamente feliz y yo todavía me estoy preguntando ¿en que falle? Y sufro por una pataleta que ya paso!!! o sea en términos simples y sencillos me quedo pegada en un hecho que es inmodificable y mucho menos abordable porque ya quedó en el pasado... puedo aprender de ese evento obvio, siempre se puede aprender de todo, pero el quedar pegada emocionalmente a una sensación sumamente desagradable no me permite avanzar... Y bueno desde allí parte este análisis... es como si un iPhone 4 (nosotros como papas) intentara enseñarle a un iPhone 8 Plus (nuestros hijos), aunque ambos aparatos son geniales, lamentablemente fueron lanzados al mercado (criados) en tiempos sociales, culturales e históricos distintos... y los desafíos de la parentalidad responde a requerimientos y estándar distintos desde cómo nosotros fuimos criados, entonces volviendo al celular, debemos actualizar nuestras aplicaciones para adaptarnos a los tiempos modernos... es precisamente allí donde radica el desafío, el mismo al que se enfrentaron nuestro padres en tiempos sociales, culturales e históricos distintos a los nuestros....

y bueno vuelvo al momento presente... aquí estoy desvelada... siendo ya las 03:34 a.m. mientras mi hijo duerme plácidamente a mi lado como un ángel... y en realidad así es... un ángel... un ser maravilloso, lleno de luz y amor... que absorbe y aprende con una facilidad desmedida y que me enseña cada día a ser menos cuestionadora, menos perfecta y más feliz...
Aquí estoy! aprendiendo todos los días de los desafío de una maternidad indudablemente agotadora, pero que no cambiaría por ningún premio del mundo ni del universo... porque lejos mi mejor regalo es mi Simón!

Les deseo éxito a tod@s los que estamos insertos en este vertiginoso mundo de la maternidad y paternidad y recuerden siempre que no están solos... habemos miles de millones que pasamos por lo mismo, de forma más o menos compleja, pero estamos todos intentando adaptarnos a nuestros enan@s que nos llevan una ventaja competitiva... su adaptabilidad, la que de nosotros depende cuidar y respetar...
Un abrazo enorme a cada un@ y mucho, pero mucho amor!!!
Por Gemita Quilodrán Molina