Adiós Abuelita!
Hoy te ha tocado partir a la dimensión espiritual que todos desconocemos y que en su mayoría tememos... Mamita siempre fuiste quién me hizo sentir tremendamente amada a pesar de ser la hija de al medio... siempre pendiente de mi y de cada una de mis necesidades... me amaste con cada fibra de tu cuerpo, siempre sentí tu amor y tu protección...

Hoy todos lloramos tu partida con mucho dolor y nostalgia por no tenerte entre nosotros, pero me consuela saber que estarás bien acompañada por Dios y por mi amado Ignacio, que mejor compañía para iniciar esta nueva aventura...

Tenerte hasta ahora con nosotros fue una fortuna y una bendición, pudimos compartir contigo tus momentos buenos y no tan buenos... y si bien tu cuerpo no fue tu mejor aliado durante estos últimos años, tu amor por la vida y por quienes te rodeamos te mantuvo firme con nosotros... a pesar de tu dolor siempre fuiste una persona paciente, serena y tranquila... así también fue tu partida... Te amo con todo mi ser mamita y espero algún día volvamos a reencontrarnos...
Hoy tengo un motivo más para mirar el cielo y sonreír...
Un abrazo enorme mi amada mamita!
Por Gemita Quilodrán Molina